
En los años setenta, Landrú volvió a jugar con la vida doméstica desde el ingenio y la observación aguda. En esta breve pieza publicada en la revista Gente, propone —con total desparpajo— una guía para “reciclar” maridos viejos, siempre con su humor fino e inconfundible. Compartimos aquí el fragmento original, tal como fue publicado.
No tire a sus maridos viejos, señora. Si usted observa que su marido está algo deteriorado, no lo arroje al cajón de la basura. Siga estos sanos consejos y aproveche al máximo su marido.
1° Saque lustre a su marido pasándole por la cabeza, especialmente por la frente, un trapo empapado en Petróleo Gal o, en su defecto, en alcoholato abrótano macho.
2° Una vez que la cabeza adquiera un llamativo brillo, coloque a su marido en un rinconcito del living, en reemplazo del viejo paragüero o del antiguo perchero.
3° Cuelgue un moño o pompón de atractivo color en el cuello de su marido, que haga “pendant” con el color de la alfombra o cortinas.
4° Su marido viejo prestará entonces utilidad en su casa, pudiendo colgar de sus brazos los paraguas y bastones, y colocar en sus cabezas los sombreros, ranchos y panamá.
En caso de que su marido esté muy gastado, no desespere. Recuerde que todos los maridos son reversibles. Llévelo a un sastre para que se lo dé vuelta y, una vez realizada la operación, su marido quedará hecho un amor, un amor, un amor.
FICHA TÉCNICA
Título: ¿Qué hacer con los maridos viejos?
Autor: Juan Carlos Colombres (Landrú)
Medio: Revista Gente
Año: 1973
Técnica: Tinta sobre papel
Serie: Humor costumbrista
→ Descubrí más sobre Landrú y su obra en este gran libro.
